Aunque siempre fuiste un tipo manso,"te llaman malevo". Bajás por Prado, doblás a la derecha y buscás "el bulín de la calle Ayacucho". Sólo tenés "tres esperanzas": encontrar a "Rosicler", la que te dejó "amurado"; pasar por el "Caserón de Tejas", en cuyo jardín hay un hermoso "naranjo en flor", y quedar "mano a mano" con el gallego del "boliche El Cuco”.-
"Recién" harás "las cuarenta" cuadras que te separan del "barrio pobre" donde vive el "malevaje" para darle una "vieja serenata" a "María", y, "volver" "taconeando" y "silbando" "La Cumparsita", como harían el "Morocho y el Oriental" en su "Buenos Aires Querido".
Total, "pa’ lo que te va a durar", "una noche de garufa". Terminarás diciendo: “"que me quiten lo bailao"”, y por la "senda florida" volverás al trocen, a "la cantina" donde alguna vez escuchaste una "canzoneta" que te dejó el "corazón al Sur", como una "canción desesperada".
La "tormenta" no tardará en llegar y una fina "garúa" y un "ventarrón", presagio del "aguacero", te dirán: “enfundá la mandolina", ya no estás para esos trotes, "aguantate Casimiro" y … no aflojés”…
"Recuerdo" cuando ví por primera vez a "Gricel" en su "ventanita de arrabal", en mis oídos parecía que sonaba una "balada para un loco";"una emoción" muy grande me decía "araca, corazón" tenés que "volver" a verla. "Que noche" la que logré que me mirara..."Junto a mi corazón" se agolpaba un "sentimiento gaucho" que me dejó "sin palabras". "Araca, corazón" me dije cuando me acerqué a ella y le hice esta "confesión"...(continúa el 8 de julio)
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Tango para los amigos