Se estrena "Salgán & Salgán", un registro íntimo del tango argentino



El documental, dirigido por la estadounidense Caroline Neal, se interna con delicadeza en la intimidad de la relación entre el pianista Horacio Salgán -una de los mayores figuras del tango de vanguardia- y su hijo César -continuador de su consagrada orquesta-.
Horacio Salgán, de 99 años, acaso el autor e intérprete vivo más importante de la historia del tango, aparece en la cinta de Neal bajo un registro único, íntimo, que no había sido expresado en ninguno de los libros y materiales audiovisuales que existen sobre el músico. Y ese acercamiento tan personal es el mérito principal del trabajo, que a la vez expresa el deliberado abandono del costado estrictamente musical.

"No es una biografía de punta a punta de la historia y la obra de Salgán, aunque también hay mucha música porque aparece todo el tiempo tocando en su casa. En ese sentido se trata de un documental un poco inesperado para los seguidores porque aborda el plano íntimo de alguien que siempre fue muy reservado", expresó Neal en diálogo con Télam.


"Salgán & Salgán", con guión de Alberto Muñoz y la propia Neal, tiene como centro de sus 86 minutos de material a la relación entre Horacio y César, desde el plano personal (estuvieron distanciados 18 años) como musical (César ocupó su lugar tanto en la Orquesta como en el Quinteto Real, dos formaciones del primer plano de la historia del tango).



"Se trata de un documental un poco inesperado para los seguidores porque aborda el plano íntimo de alguien que siempre fue muy reservado"
El lugar de César Salgán dentro del mundo del tango, con el peso de su apellido, es abordado con "dramatismo", según describe la directora, ya que asumió la conducción de las formaciones de su padre luego de sus inicios como bajista y de una exitosa trayectoria como piloto de carreras profesional.

"En ese plano es también un documental universal sobre la historia de un padre y un hijo que puede emocionar sin necesidad de conocer el tango", aseguró Neal.


Oriunda de la ciudad estadounidense de Virginia, la directora sin embargo relata la historia desde las entrañas del tango, cuyo circuito transita desde hace 15 años cuando se radicó en Argentina. En 2006 filmó "Si sos brujo: una historia de tango", un documental sobre la creación de la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce.


Salgán ya había aparecido en varias películas. En 1998 actuó en "Tango no me dejes nunca", del director Carlos Saura, nominada al Oscar en el rubro Mejor Película Extranjera. También participó junto con su orquesta en el film "Café de los Maestros", en 2008, bajo la dirección de Miguel Kohan.


En esas películas y en otros registros audiovisuales para televisión hay un recorrido más preciso por la obra musical de Salgán, asociado al movimiento más vanguardista del tango, al que concilió con elementos del jazz y de la música negra.


"A fuego lento", "Don Agustín bardi", "Grillito", "Entre tango y tango" y los valeses "A una mujer" o "Se fue" son algunas de las emblemáticas composiciones de Horacio.


- ¿Por qué elegiste un enfoque más personal que musical de la obra de Horacio y César Salgán?

- Hay libros y materiales audiovisuales que ya relevan su inmensa obra musical y por eso me interesó enfocarme en las emociones. Para eso me costó ganarme la confianza, especialmente de Horacio, que es un hombre muy reservado, tímido y que incluso construyó su figura pública a partir de ese perfil. A partir de eso fui trabajando la relación padre-hijo, una relación de admiración mutua, de respeto, pero que también se transformó en un peso para César, que tuvo que recorrer un camino para manifestar su talento y atravesar la sombra de su padre.

- ¿Cómo se resuelve la posición del documentalista cuando accede a un registro tan íntimo y debe decidir qué imágenes hacer públicas y cuáles reservar?

- Hubo claro toda una dimensión ética porque tengo más de 200 cintas grabadas a partir del acceso a la intimidad de los protagonistas. Empezamos a grabar en 2007 y lo hicimos durante más de cuatro años. En ese tiempo hubo charlas e información privada que a veces se dieron con la cámara y en otras sin ella. Y hay historias con un costado triste que me pidieron cuidar y así lo hice.
Quería hacer una película íntima, pero sin lastimar. Mostrar debilidades de los protagonistas porque no son personajes pétreos. Y hay una confianza que no había que traicionar porque en el proceso -con el equipo de trabajo- nos ganamos un nivel de acceso que es inusual. Ojalá el resultado de eso sea la emoción del espectador.

Fuente: Telam

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