Tangos "en peligro de extinción"

En los estudios de TangoVía, cientos de discos de pasta y vinilos se apilan sobre las mesas, juntan polvo en los estantes de una biblioteca antigua, o se mezclan en el piso de los despachos con partituras y otros documentos de la historia del tango.

Estos días, las oficinas de esta organización sin fines de lucro, en un barrio tanguero por tradición del centro de Buenos Aires, son escenario de un ambicioso proyecto por el que se pretende digitalizar todas y cada una de las grabaciones de tango existentes.

La nuestra es una tarea de preservación, educación y creación de herramientas para difundir el tango como forma artística
Ignacio Varchausky, director de TangoVía
Son unas 100.000 y los expertos aseguran que no se trata de un "número de fantasía", sino de un dato alcanzado después de mucho recorrer archivos, hurgar en catálogos y, sobre todo, contactar a los coleccionistas de tesoros musicales dispersos por el mundo.

"La nuestra es una tarea de preservación, educación y creación de herramientas para difundir el tango como forma artística", le dice a BBC Mundo Ignacio Varchausky, director de TangoVía, quien además es productor musical, maestro y contrabajista en una de las más prestigiosas orquestas del tango nuevo.

Seducir a los coleccionistas


Crear este ambicioso Archivo Digital del Tango requiere de una dosis de generosidad: la de los custodios de la historia sonora de este género musical.

Hoy, la mayoría de las grabaciones registradas desde el comienzo de la fonografía están en archivos y colecciones privadas, engrosadas durante décadas por pura obstinación o fanatismo personal.


Para Varchausky el proyecto es mucho más que música, es un legado cultural.
Precisamente por ello, los "incunables" del tango están perdiéndose.

"Los coleccionistas son en general gente mayor, y muchos viven en la pobreza. Cuando mueren, muchas veces sus familias se desprenden de los discos, simplemente los tiran o los venden aquí y allá, y no tenemos la oportunidad de recuperarlos", revela Varchausky.

Así, el archivo pretende identificar y rescatar los tangos grabados en los últimos 80 años, para asegurarse de que, sin importar lo que pase con las grabaciones en sus soportes originales, va a existir una "copia de seguridad".

"No todos los coleccionistas tienen la capacidad de compartir esta visión. Algunos nos ceden el material para que lo trabajemos. Otros desafortunadamente no, y existe el riesgo de que se lleven grabaciones únicas a la tumba", agrega el experto.

Al rescate


El emprendimiento comenzó como una prueba piloto hace tres años, y la primera tarea fue identificar qué había que salvar.

Luego vendrían los desafíos técnicos: cómo tratar el sonido para garantizar fidelidad al pasado y mejorar el registro de discos de pasta vetustos y cintas gastadas por el uso.


Algunos tangos están en formatos obsoletos como grabaciones en alambre.
De esta mezcla de lo que fue y lo que vendrá dan testimonio las mesas de trabajo en los estudios de TangoVía: allí conviven grabadores de alambre de los años '30 con cápsulas y púas de formas extrañas, carretes de cinta y software de última generación.

Sin antecedentes similares en Argentina, la organización fue en busca de asistencia a instituciones pioneras en tareas de conservación, como la British Library o la Biblioteca del Congreso estadounidense.

¿El resultado? Muchos tangos rescatados podrán ser escuchados por aficionados y expertos por primera vez. Sólo el 20% de todas las grabaciones tangueras fue alguna vez transferida a CD -algunas, con dudosa calidad- así que el archivo será también para muchos una vía al descubrimiento.

"Hallamos joyas desconocidas. Por ejemplo, hay unas 150 canciones de Ignacio Corsini que se pueden conseguir en CD, pero en total, grabó unas 650. Para una audiencia general, esto representó hasta hoy conocer sólo una quinta parte de la producción de un artista", le dice el director a BBC Mundo.

Música e identidad


Para músicos e historiadores, la tarea de rescate es urgente. "Lo hacemos ahora o perdemos este legado para siempre", señalan.

Por el momento, han digitalizado unos 6.000 tangos en altísima fidelidad, entre ellos las discografías enteras de maestros del género como Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, Horacio Salgán o Alfredo Gobbi.


Es una carrera contra el tiempo para rescatar joyas de ese género musical.
Completar los 100.000 títulos estimados les tomará cinco años más, y casi US$1 millón.

Este miércoles, el Archivo Digital del Tango se presentó "en sociedad" en Buenos Aires y sus responsables esperan seducir a inversores privados para sumar una inyección de recursos.

"Creemos que este proyecto es mucho más que música, se trata del legado cultural, que es lo mismo que decir identidad. Argentina tiene muchas cuestiones no resueltas con el tema de la memoria y la identidad, y éste es un ejemplo: nadie, nunca se ocupó de manera sistemática de las grabaciones de tango", señala Varchausky.

El repositorio de datos y sonido estará en principio disponible en La Casa del Tango, en la capital porteña.

En una segunda etapa, planean dar acceso a través de Internet a melómanos y estudiosos, así como a nuevas audiencias que descubran el tango del ayer, rescatado para siempre.


Agradecimentos:(BBC mundo)

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